Para ejercer un consumo responsable se debe partir de una reflexión respecto a la reducción o rechazo de las cosas que no se necesitan, como por ejemplo:
- Las bolsas de plástico en las compras.
- Los envoltorios de productos.
- Artículos promocionales no amigables con el ambiente.
- Útiles escolares innecesarios.
- El envoltorio de los lonches escolares.
- Los productos desechables como platos, vasos, conos, servilletas, etc.
En cambio se debe favorecer la reutilización de:
- Platos y vasos permanentes.
- Libros de texto.
- Uniformes escolares.
- Pañales reutilizables.
- Garrafones y filtros de agua.